Lo que piensas sobre tí mismo/a, tu autoconcepto y tu autoestima, influye en tus decisiones y en tu día a día.
La base de nuestra autoestima se gesta en nuestra infancia, en nuestras experiencias y aprendizajes, siendo fundamentales los primeros años de vida.
Por ello es de vital importancia cómo tu hija/o se ve a si misma/o. El desarrollo de una buena autoestima es esencial para los niños y niñas: una autoestima adecuada mejora su estado emocional, su desarrollo cognitivo y sus relaciones sociales.

Pautas básicas para favorecer su autoestima
- Respeto
- Aceptación
- Apoyo
- Límites
RESPETO. Muestra interés y respeto por las opiniones, actitudes y emociones de tu hijo/a. Cuando un niño es tratado mediante la burla, la falta de interés, o a través de gritos, normalizará este modo de comunicarse y relacionarse. Interiorizará que lo que expresa no es correcto ni importa, y puede reaccionar repitiendo este patrón con sus amigos y en sus relaciones ahora y en el futuro.
ACEPTAR a tu hijo/a como es, implica conocer sus cualidades y defectos, entenderlas y respetarlas. Su autoconcepto se irá desarrollando a través del trato que recibe de sus cuidadores y de los mensajes sobre sí mismo que le envían los que le rodean; crecerá así sintiéndose una persona valiosa y merecedora del afecto de los demás, o sintiendo que no es válida, no es suficiente o no es merecedora de afecto.

APOYO. Es importante que acompañes a tu hijo/a en su desarrollo, apoyándole en los momentos que lo necesite, y dándole espacio para aprender, tomar sus propias decisiones y elegir. De este modo irá fijando sus propias metas y se esforzará por conseguirlas. Podemos apoyarle explicándole los pasos para conseguir algo (por ejemplo, como resolver un conflicto con compañeros), y permitiendo que elija cómo dar esos pasos y pueda ir resolviendo cada uno de ellos.
Los LÍMITES sirven a los/las niños/as de guía y les aportan seguridad. A través de los límites, los niños pueden saber lo que se espera de ellos. Los límites deben ser conocidos, claros, consistentes, debemos explicárselos y asegurar su comprensión.
‘El niño es como un barro suave donde puedes grabar lo que quieras… pero esas marcas se quedan en la piel… Esas cicatrices se marcan en el corazón… Y no se borran nunca’ (Z. B. de Argamasilla).
COMO POTENCIAR LA AUTOESTIMA INFANTIL

- Expresa lo que sientes por él/ella; demuéstrale afecto de forma auténtica y sincera. Acompáñale desde el respeto, el apoyo y el cariño. Y trata de generar un clima participativo (potenciará su creatividad).
- Muestra confianza en sus capacidades.
- Felicítale por sus esfuerzos y por sus logros. Explícale que los errores forman parte del aprendizaje; todos, también mamá y/o papá (y todos los adultos) cometemos errores. Refuerza sus éxitos
- Si dices algo positivo de tu hija/o, dilo en voz alta. No manifiestes críticas sobre tu hijo/a ante otra persona en presencia de tu hijo/a.
- Plantea metas y exigencias flexibles y alcanzables. Ayúdale a sacar provecho de sus puntos fuertes.
- En vez de ordenar lo que no deben hacer o no se puede, dirígele hacia la conducta deseada: en lugar de “No juegues aquí con el balón”, le puedes decir “En el patio puedes jugar con el balón”. La actitud positiva prepara a los/las niños/a a nivel cognitivo para hacer las actividades que se les indican.
- Trata de expresarte con coherencia entre tu comunicación verbal y tu comunicación no verbal (lo que dices y cómo lo dices con tus gestos, tu entonación, tu proximidad)…

La imagen que tienes de tu hijo/a, como le ves, como le hablas, como te comportas con él/ella, influirá en el concepto de sí mismo que está desarrollando y en su futuro.
‘Muchas de las cosas que nosotros necesitamos pueden esperar, los niños no pueden, ahora es el momento, sus huesos están en formación, su sangre también lo está y sus sentidos se están desarrollando, a él nosotros no podemos contestarle mañana, su nombre es hoy’ (G. Mistral).